Amor a Prueba de Todo


“Sólo nos queda decir que si Dios está de nuestra parte, nadie podrá ponerse en contra nuestra. Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.  ¿Quién puede acusar de algo malo a los que Dios ha elegido? ¡Si Dios mismo los ha declarado inocentes! ¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.  ¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte. Como dice la Biblia: ´Por ti nos enfrentamos a la muerte todo el día.  Somos como las ovejas que se llevan al matadero´.
 En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.  Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni los espíritus, ni lo presente, ni lo futuro, ni los poderes del cielo, ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!”  (BLS Romanos  8:31-39)

“Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende”, dice el autor del libro de Job (33:14).  Dime, ¿cuántas veces no nos ha hablado Dios del amor que siente por ti, por mí?  ¿Cuántas veces y cómo nos lo ha mostrado?  ¿Hemos agradecido cada una de sus muestras de amor?  ¡No! Nuestro entendimiento está entenebrecido, simplemente no podemos entender lo que Dios nos dice o nos revela. 
¿Cómo es esto?  Pues es porque hemos andado ajenos de la vida de Dios, andando en la vanidad de nuestra mente pensando que vivir por Él es equivalente a una vida de sacrificios y sufrimientos, que es por Él que tenemos problemas, hambre, desnudez, frío y todo lo que nos incomoda; por Él, en el sentido de echarle la culpa porque somos sus “mártires”,  porque nos quiere hacer sufrir porque somos pecadores.  Entendamos algo: ¡Cristo por amor llevó en la cruz lo que debería ser nuestro verdadero dolor y sufrimiento: estar separados de Dios!
Entonces entendemos que el amor de Dios se mostró porque no quiere que nadie esté separado de Él.  ¿Hemos decidido amarle como Él nos ama dándole todo por amor y entregándole la vida entera?   ¡Hoy es el día!  ¡Correspondamos a Su amor y seamos Sus instrumentos!  ¡Que nada nos importe más que lo que le importa a Él: permanecer unidos!  ¡Amemos a nuestros enemigos, bendigamos a los que nos maldicen, hagamos bien a los que nos aborrecen y oremos por los que nos ultrajan y persiguen!  ¡Podremos vencer las contrariedades porque confiamos en que saldremos victoriosos porque Él nos ama!
 
 

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